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  • Los hacedores de pol tica econ mica

    2018-10-26

    Los hacedores de política económica del periodo posguerra, especialmente en la economía estadounidense, que otorgaron una importancia central a la política fiscal, adoptaron un planteamiento diferente, denominado keynesiano. Con PR-619 manufacturer en la propuesta de la Síntesis Neoclásica (Hicks, 1937, Hansen, 1938) promovieron una política fiscal de estabilización del ingreso, independientemente de su composición, que terminó por consolidar el componente del consumo, independientemente de la ampliación de la acumulación, como la vía para expandir la demanda agregada, la cual, es independiente de la oferta. Se desarrollaron políticas de sintonía fina que se resumió en la propuesta de “cavar hoyos para posteriormente taparlos”, o utilizando la paradoja de Keynes “llenar botellas viejas con papel moneda” (1936, p. 121). Los objetivos de estas políticas tenderían a PR-619 manufacturer incrementar la masa salarial y estabilizar el componente del consumo de la demanda. Este planteamiento se mantuvo en el periodo neoliberal, canalizándose el gasto de manera indirecta a la economía, a través de transferencias, añadiéndose las participaciones, el creciente pago de intereses y otros costos financieros (gasto no programable) como una forma de garantizar la estabilidad de las ganancias, con efecto limitado sobre el crecimiento económico. El planteamiento de Keynes fue omitido en la Síntesis Keynesiana (denominada teoría económica hidráulica, Seccareccia, 1995, pie de página 6) y por las políticas económicas de la teoría dominante. No obstante que se mantiene un alto volumen del gasto público en el periodo neoliberal esto no se dirigió al gasto de capital sino a estabilizar el consumo, lo cual, no fue logrado de manera eficiente, especialmente en los países en desarrollo. El argumento de Keynes y, en general del principal de la Demanda Efectiva, descasa en el planteamiento que la inversión es el gasto dinámico del crecimiento económico en el sistema capitalista, el cual no depende del ahorro, sino del financiamiento. Aunque se resalta que el financiamiento puede autonomizarse del proceso de acumulación, generando portafolios independientes del gasto de inversión privada, (véase Minsky, 1964), con base en lo cual se explica la inflación y deflación del sector financiero. Destacados economistas, como Keynes (1936), Kalecki, (1954, 1971) Minsky (1975, 1986), Fisher (1933), entre otros, sobre la base de la variación de los precios de los títulos financieros explican los ciclos económicos, donde destacan cómo operan las relaciones de producción en periodos de auge y cómo se generan las fases de declive económico, que puede provocar rupturas económicas, denominadas recesiones. A la luz de la inestabilidad financiera, la mayoría de los autores antes señalados (con excepción de Fisher) plantean que el gasto privado no puede garantizar el pleno empleo a las fuerzas productivas; y el desempleo (problema muy agudo en la crisis de 1929) es estructuralmente involuntario (Osberg, 1988, Iacobacci y Seccareccia, 1998) y no puede ser resuelto mediante mecanismos de mercado. Considerando lo anterior este trabajo tiene varios propósitos. Primero, discutir el concepto de política fiscal propuesto por los teóricos de la demanda efectiva, especialmente Keynes, que pone en el centro de la discusión la composición del gasto, relegando a segundo plano el monto del déficit público. Segundo, mostrar que las políticas fiscales y los déficit del periodo de industrialización en América Latina estuvieron acompañadas por grandes las fugas del multiplicador del ingreso, lo cual provoco grandes escollos a la intervención pública en la economía, especialmente después que Estados Unidos incrementó su tasa de interés. Tercero, en el periodo neoliberal, dominado por una profunda contrarrevolución teórica que repudió las políticas de intervención gubernamental en la economía, no se desmontó el andamiaje de las grandes estructuras gubernamentales (Minsky, 1986), aunque se modificó la composición del gasto público, reduciéndose su impacto en el crecimiento económico. Aumentó el gasto corriente y el pago de los intereses y de costos financieros relacionados al gasto público, independientemente de la formación bruta de capital fijo.